
“Nos acostumbramos a percibir la realidad como fuente de estímulos, de sorpresas”
(Han, Byung-Chul, 2021, Pág. 11)
Byung Chul Han nos presenta una reflexión sobre la novela “La policía de la memoria” de Yoko Ogawa. En esta obra, la escritora japonesa Yoko Ogawa nos introduce en una isla sin nombre donde extraños sucesos perturban a sus habitantes. De manera inexplicable, objetos de todo tipo desaparecen de manera irrecuperable: desde elementos aromáticos y brillantes hasta objetos maravillosos como lazos para el cabello, gorras, perfumes, cascabeles y pétalos de rosas, entre otros.
En su narración, Yoko Ogawa describe un régimen totalitario que destierra tanto objetos como recuerdos de la sociedad, empleando una “policía de la memoria” que guarda similitudes con la “policía del pensamiento” de Orwell. Los isleños viven en un perpetuo invierno de olvidos y pérdidas, donde aquellos que resguardan recuerdos en secreto son detenidos. Byung Chul Han sugiere que la “policía de la memoria” puede ser interpretada en relación con la contemporaneidad, en la que también experimentamos la constante desaparición de cosas sin percatarnos. Sin embargo, en contraste con la distopía de Ogawa, no estamos bajo un régimen totalitario de “policía de la memoria”, sino que enfrentamos la desaparición de cosas debido a nuestro apremiante exceso de comunicación y el interminable desplazamiento de información en pantalla.
La información, representada como “no-cosas”, supera a las cosas mismas y las hace palidecer en la realidad actual. No estamos inmersos en un reino de violencia, según Byung Chul Han, sino en una “tiranía de la información”. En la distopía de Ogawa, el mundo se vacía continuamente y hasta partes del cuerpo llegan a desvanecerse. Esta isla sin nombre, donde se pierden cosas y recuerdos, guarda semejanza con nuestro presente en ciertos aspectos.
En la distopía propuesta por Byung Chul Han, no son las cosas las que desaparecen, sino que son sustituidas por información. En palabras del autor, el mundo actual se vacía de objetos y se llena de información, tan inquietante como las voces sin cuerpo. Han añade que, además, el código ha llegado a reemplazar la experiencia táctil, afectando desde las relaciones humanas y el arte hasta las vidas simuladas en plataformas como Second Life. Nos encontramos inmersos en una realidad cada vez más desconectada de la corporeidad.
“La información falsea los acontecimientos. Se nutre del estímulo de la sorpresa. Pero el estímulo no dura mucho. Rápidamente se crea la necesidad de nuevos estímulos.” (Han, Byung-Chul, 2021, Pág. 10-11)
El análisis de Byung Chul Han sobre la “tiranía de la información” y la transformación de la realidad en un mundo saturado de información es relevante para comprender la experiencia de los niños en las plataformas digitales. Han argumenta que la sobreexposición a la información genera la necesidad constante de nuevos estímulos, lo que podría ser una explicación para los intervalos cortos entre videos observados en algunos niños. La idea de que la información puede distorsionar los acontecimientos y crear una necesidad insaciable de nuevos estímulos se refleja en el comportamiento de navegación de los niños, que buscan constantemente nuevos contenidos para satisfacer su necesidad de sorpresa y novedad.
En relación con las representaciones sociales, la información proporcionada por los niños y el análisis de Han sugieren que las representaciones sociales de los niños pueden estar influenciadas por la constante exposición a la información y los estímulos visuales en plataformas digitales. Los niños están aprendiendo a diferenciar entre lo real y lo irreal en pantalla, lo que podría contribuir a la formación de representaciones más críticas y contextuales. Sin embargo, la “tiranía de la información” también puede influir en la efimeridad de estas representaciones, ya que los niños pueden estar expuestos a una constante rotación de contenidos que dificultan la consolidación de representaciones sólidas y duraderas.
A esto se aúnan el hecho de que lo real y lo verdadero se vuelven cada vez más difícil de distinguir, un ejemplo son las fake news y las imágenes producidas por inteligencia artificial. Han (2021) afirma que las fake news son informaciones que pueden ser más efectivas que lo factual, sustituyendo la eficacia por la verdad, puesto que el orden digital “pone fin a la era de la verdad y da paso a la sociedad de la información postpactual” agrega, que además que:
“Las practicas que requieren un tiempo considerable están en trance de desaparecer. También la verdad requiere de mucho tiempo. Donde una información ahuyenta a otra, no tenemos tiempo apara la verdad. En nuestra cultura posfactual de la excitación, los afectos y emociones afectan la comunicación” (Han, 2021, Pág. 19)
En conclusión, el análisis integrado muestra cómo el comportamiento de navegación de los niños en plataformas digitales y su capacidad para discernir entre lo real y lo irreal, se relacionan con la sobreabundancia de información y estímulos visuales en la sociedad actual. Las representaciones sociales de los niños pueden ser influenciadas tanto por la constante sobreexposición a la información como por su capacidad emergente para identificar hechos factuales distorsionados en pantalla. Sin embargo, la naturaleza efímera de la información también puede afectar la solidez y durabilidad de estas representaciones, produciendo lo que proponemos “representaciones sociales de algodón de azúcar”. Así pues, entendemos que las representaciones sociales de los niños pueden verse influenciadas por diversos factores además de los mencionados anteriormente, como la orientación parental, la calidad y diversidad del contenido consumido, y la madurez cognitiva y emocional de los niños que también pueden influir en sus representaciones sociales y su comprensión de la realidad en el contexto de las plataformas digitales. Es importante tener en cuenta que estas interpretaciones son especulativas y subjetivas, y que la relación entre los intervalos de tiempo y las representaciones sociales puede ser compleja, multifacética y sobre todo contextual.